Los navegantes oceánicos Didac Costa y Guillermo Cañardo han completado una travesía inédita entre Barcelona y Menorca a bordo de dos embarcaciones de patín a vela, logrando un hito sin precedentes que eleva esta embarcación tradicional catalana a una nueva dimensión deportiva.
La expedición comenzó el pasado 21 de junio a las 9 de la mañana en el Club Patí Vela Barcelona y concluyó tras unas 30 horas de navegación ininterrumpida, con la llegada a Fornells, en el norte de Menorca. En total, los navegantes recorrieron 130 millas náuticas sin ningún tipo de asistencia externa ni apoyo logístico.
“No lo recomendamos a nadie”, reconocía Cañardo con una sonrisa, recordando las más de siete horas navegando completamente a oscuras, lejos de la costa y en medio del tráfico marítimo. Una encalmada al norte de Menorca puso a prueba su resistencia física y mental, alargando el tramo final de la travesía.
El patín a vela es una embarcación originaria de Cataluña de los años veinte del siglo pasado, sin orza ni timón, que se gobierna exclusivamente mediante el desplazamiento del peso del navegante. Esta travesía representa su reto más ambicioso hasta la fecha.
Dos navegantes con trayectorias de altura
Didac Costa, conocido por haber completado tres vueltas al mundo —incluidas dos ediciones de la exigente Vendée Globe— ya había navegado en patín hasta San Remo en 2012. Guillermo Cañardo, con una amplia experiencia tanto en navegación oceánica como en patín a vela, ha participado en la Mini Transat y completó la vuelta al mundo a vela en la Ocean Globe Race de 2023.
Un reto deportivo y cultural
La travesía no solo ha sido un desafío deportivo, sino también un homenaje al patrimonio marítimo catalán. Las primeras 30 millas transcurrieron con condiciones de viento favorables, pero al caer la noche llegaron las dificultades: vientos inestables, bordos constantes y falta de visibilidad. El último obstáculo fue una encalmada cerca de Menorca que se prolongó durante nueve horas.
Costa y Cañardo han dejado entrever que esta hazaña forma parte del entrenamiento para un proyecto aún mayor, que podrían anunciar próximamente, posiblemente en septiembre.
Con esta gesta, ambos navegantes han situado al patín a vela en un lugar destacado dentro de la vela contemporánea, demostrando que incluso una embarcación centenaria puede afrontar retos dignos del siglo XXI.
