Los navegantes oceánicos catalanes, protagonistas este julio en los mares del mundo

Este mes de julio ha sido especialmente intenso y destacado para los navegantes oceánicos catalanes, que han dejado huella en algunas de las regatas más emblemáticas del calendario internacional.

En la prestigiosa regata Fastnet, una de las pruebas de vela oceánica más exigentes y reconocidas del mundo, Pep Costa ha logrado un brillante segundo puesto en la categoría Class40, consolidándose como una de las grandes promesas de la vela oceánica catalana e internacional. También en esta regata, Carlos Manera, a bordo de su IMOCA, ha finalizado en una meritoria quinta posición, demostrando su competitividad en una de las clases más técnicas y exigentes del circuito.

Otra navegante con vínculos catalanes, Djemila Tassin, formada en la Base Mini Barcelona, ha participado también en la Fastnet, sumando experiencia en su trayectoria dentro de la clase Mini 6.50 y mostrando el talento que se está gestando en el litoral catalán.

Paralelamente, el navegante invidente Dani Pich, ejemplo de superación, ha culminado con éxito una hazaña insólita: dar la vuelta a la isla de Wight con un patín catalán, una embarcación tradicional sin orza ni timón. Su reto, además de técnicamente complejo, es un testimonio inspirador de pasión y determinación.

Este mes también estamos siguiendo la navegante Pilar Pasanau ha empezado la 3ª etapa en Mini Globe Race, una regata de vuelta al mundo en solitario con un Mini 5.80, un velero de sólo 5,8 metros. Pasanau se convierte así en la primera catalana (y una de las pocas mujeres en el mundo) que se enfrenta a ese desafío extremo, que combina autosuficiencia, resistencia.

Mientras tanto, en la Base Mini Barcelona, el centro de referencia para la clase Mini 6.50 en Cataluña, los navegantes que participarán en la Mini Transat 2025 se encuentran en plena fase final de preparación. Esta travesía transatlántica en solitario, que comenzará en septiembre, supone uno de los mayores retos para cualquier navegante oceánico, y los catalanes llegan con ilusión, rigor y una experiencia creciente.

Con estos resultados e iniciativas, el mundo de la vela oceánica catalana vive un momento de esplendor, con navegantes que combinan talento, esfuerzo y espíritu aventurero para llevar el nombre de Cataluña por todos los océanos.